En medio del frenesí diario siempre es bueno echar el freno, tomarse unos minutos para relajarse, disfrutar de un breve momento de sosiego que tendrá beneficios muy positivos para ti. Y qué lugar mejor para hacerlo que tu acogedor cuarto de baño. Convertir el baño en un spa no es difícil, solo tendrás que aplicar unos sencillos cambios en la decoración.

Sabemos que no es lo mismo darse un baño que una ducha, que suelen llevar implícitas cosas diferentes. El baño se asocia con un profundo relax, cuando se dispone de más tiempo, y la ducha con un mero trámite antes de arreglarse. Pero no tiene por qué ser así en este último caso. También puedes

convertir la hora de la ducha en uno de los grandes alicientes de tu vida cotidiana.

Según los estudios, la mayor parte de los españoles se ducha por la mañana antes de ir a trabajar, aunque hay quienes lo hacen en mitad de la tarde o antes de irse a dormir, ya que

los efectos del agua caliente y las esencias que usamos relajan nuestro cuerpo

y nos ayudan a conciliar el sueño. Sea a la hora que sea,

este ritual de higiene corporal e íntima no tiene por qué durar más de 10 o 15 minutos

por lo que, aunque tenga lugar antes de ir a trabajar, puedes convertir el baño en un spa con los consejos que te brindamos. Un momento de disfrute y relax que prepare tu mente para enfrentar de forma positiva el día o que active tu cuerpo y lo llene de energía.

¿Qué hacer si quiero convertir el baño en un spa?

Aprende a utilizar los beneficios del agua y los cosméticos para disfrutar al máximo del baño.

El poder de la música

Lo normal es decantarse por sonidos relajantes que inviten a la calma y la reflexión,

música instrumental que permita a tu mente divagar y dejarse llevar

por los ritmos y las melodías. Y si esto no es tu estilo, da igual, ¿por qué no te va a beneficiar cada día acompañar el baño con tus canciones preferidas? ¡Dale al play!

Las propiedades relajantes del agua

El agua caliente ayuda a relajar los músculos, así que su uso correcto será esencial para convertir el baño en un spa.

Es conveniente que la temperatura del agua no supere la corporal

(como mucho 37º). Y al final, un poco de agua templada antes de salir de la ducha contribuirá a activar tu circulación y tonificar la piel. Entre los beneficios del vapor están la

limpieza de los poros, la oxigenación de las células y la eliminación de las toxinas

. Hay culturas como la islámica para las que el agua siempre fue el bien más preciado, y no sólo por su garantía de bienestar y salud, sino también por sus propiedades estéticas y relajantes. ¡Exprime sus posibilidades!

La cosmética del placer

¿A quién no le fascinan los productos cosméticos que estimulan los sentidos?Para convertir el baño en un spa necesitarás

jabones o cremas de aromas embriagadores, texturas sugerentes y colores vivos

. ¡Nadie podrá resistirse! Utiliza siempre aquellos cosméticos que mejor se adapten a tus gustos y a las características de tu piel, pero aprovéchalos al máximo para tener

una experiencia mucho más satisfactoria

durante tu ritual de baño. Para terminar,

disfruta el tacto de una toalla suave y esponjosa y sécate el cuerpo sin frotar,

con simples golpecitos. Con t

extiles 100% naturales como el algodón

evitarás irritaciones y enrojecimientos. Después no te olvides de aplicarte una crema o loción corporal que ayude a conservar la humedad de la piel y evitar que esta se reseque. Tras un auténtico instante de placer y bienestar, seguro que estarás dispuesto a lidiar mejor con una intensa jornada de trabajo, los pequeños de la casa o las tareas domésticas. Además,

favorecerás un sueño profundo y reparador que recargue tus pilas para el día siguiente.

  Foto: Zara Home.